Es sospechoso de haber cometido una estafa millonaria a dieciséis personas, luego de cobrarles la venta de distintos departamentos de un edificio que nunca se construyó.
Un empresario inmobiliario de 75 años será juzgado como sospechoso de haber cometido una estafa por casi un millón de dólares a dieciséis personas, luego de cobrarles la venta de distintos departamentos de un edificio del barrio porteño de Villa Urquiza que nunca se construyó, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Sergio Lipovich (75), quien será juzgado a partir de septiembre por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) 5 de Capital Federal, a cargo de los jueces Adrián Augusto Pérez Lance, Fátima Ángela Ruiz López y Enrique Gamboa.
Lipovich llegará al debate detenido en el Complejo Penitenciario II de Marcos Paz, acusado de cometer el delito de “defraudación por administración fraudulenta, en concurso ideal con el delito de estafa en al menos once oportunidades”.
En el debate, participarán el fiscal de juicio Juan Manuel Fernández Buzzi, mientras que los damnificados serán representados por el abogado Augusto Nino Arena.
Los hechos por los que Lipovich está imputado sucedieron entre 2013 y 2015, cuando el acusado se constituyó como apoderado general de la empresa Estilo Urquiza S.A., la cual estaba a cargo de la construcción de un edificio de trece pisos sobre la calle Roosevelt 5083, en el mencionado barrio de la Ciudad de Buenos Aires.
Según determinaron los investigadores, la ficha técnica del proyecto situaba al hipotético edificio “en un punto estratégico de la ciudad, con importante oferta gastronómica y centro comercial”, lo describía con “una imagen moderna y dinámica, con materiales nobles que no requieran mantenimiento”, a la vez que contemplaba “espacios guardacoches en la planta baja, parrillas, piscina, solárium y un Salón de Usos Múltiples en la azotea”.
En ese contexto, 16 personas invirtieron 725.000 dólares y 859.537 pesos en un fideicomiso manejado por Lipovich, con el objetivo de comprar los futuros departamentos.
Sin embargo, el empresario cobró el dinero utilizando como intermediario de una inmobiliaria de renombre y, luego, dejó de dar respuestas a los inversores, según consta en el requerimiento de elevación a juicio elaborado por el fiscal de instrucción Carlos Velarde.
“Con la excusa de la demora en los trámites para la aprobación de los planos, manejaba los tiempos a los fines de justificar la falta de inicio de la obra. Fue así que, al ardid desplegado por el imputado indujo a un error por parte de las víctimas, quienes efectuaron un desprendimiento patrimonial, a sabiendas de que nunca les serían entregados los departamentos ni tampoco el dinero al fideicomiso. Todo ello a fin de lograr un beneficio económico propio en detrimento de las víctimas y de la sociedad”, sostuvo el representante del Ministerio Público en dicho documento al que tuvo acceso Télam.
Unos meses más tarde, ante la falta de noticias del apoderado de Estilo Urquiza S.A. y, al ver que la construcción del edificio no avanzaba, los damnificados denunciaron a Lipovich ante la Justicia en el 2015, pero no pudo ser localizado por las autoridades ya que huyó con el dinero hacia México.
Finalmente, Lipovich fue capturado en diciembre del año pasado en el país norteamericano y extraditado a la Argentina, donde se encuentra en una cárcel federal luego de que le fuera denegada la prisión domiciliaria.
Mientras tanto, el predio donde supuestamente iba a realizarse la construcción permanece abandonado y tapiado con carteles publicitarios.
Por su parte, el abogado que representa a las familias damnificadas, Augusto Nino Arena, sostuvo que Lipovich no es el único responsable de la estafa y apuntó contra la empresa constructora Estilo Urquiza S.A.
“Creemos que están vinculados por una maniobra que realizaron para dilatar el proceso y lograr una prescripción y de esa manera la impunidad de Lipovich y de ellos mismos”, describió el letrado en diálogo con Télam.
Al respecto, Arena continuó: “Eso no tuvo una acogida favorable en el Juzgado de Ejecución, que en una actitud irregular mantuvo como damnificado a quienes nosotros habíamos imputado, en lugar de separar las causas como lo debieron haberlo hecho”.